La enuresis infantil es un problema muy común que afecta a muchos niños y a sus familias. Puede resultar emocionalmente difícil para los padres, ya que puede generar sentimientos de culpa, vergüenza y preocupación de que algo vaya mal con su hijo o con ellos mismos. En esta entrada del blog, exploraremos algunos datos clave sobre la enuresis infantil y ofreceremos orientación sobre la mejor manera de abordar esta situación desde las perspectivas médica y emocional.
¿Qué se entiende por enuresis infantil?
La enuresis o incontinencia urinaria es un trastorno que consiste en la emisión involuntaria de orina, ya sea durante el día o en la cama durante la noche. Este problema solo se considera una enfermedad si ocurre al menos dos veces al día durante tres meses consecutivos en niños mayores de cuatro años. La enuresis es más común en niños varones, y sobre todo durante la noche.
A diferencia de otros trastornos, no suele estar vinculado a enfermedades como la diabetes o la narcolepsia ni a la ingesta de diuréticos. A pesar de que es relativamente común, aún hay muchas cosas por descubrir sobre esta afección, aunque según la Asociación Española de Pediatría, la incidencia decrece a medida que el niño va creciendo.
Tipos de enuresis nocturna
Existen dos tipos de enuresis nocturna, la enuresis primaria se refiere a aquellos niños que nunca han tenido control de la vejiga por las noches y siempre se han orinado en la cama. Por otro lado, la enuresis secundaria se da en aquellos niños mayores o adolescentes que habían logrado controlar su vejiga por más de seis meses pero han vuelto a tener problemas de incontinencia urinaria.
Es importante destacar que la enuresis secundaria debe ser evaluada por un médico, ya que podría ser un signo de infección urinaria, problemas neurológicos, estrés u otras complicaciones de salud. ¡Debemos estar atentos y cuidar la salud de nuestros pequeños!
¿A qué se debe este trastorno?
La enuresis nocturna es un problema muy común en los niños. Muchos padres se preguntan por qué ocurre, y la respuesta es sencilla: los niños están profundamente dormidos y no se despiertan para ir al baño. Sin embargo, hay otras causas que contribuyen a este trastorno. Por ejemplo, puede ser hereditario, especialmente si uno de los progenitores también tuvo enuresis durante su infancia.
Además, los niños que no aprenden a controlar la micción adecuadamente en sus primeros años de vida o tienen otros problemas de salud también pueden padecer enuresis. Por último, se ha demostrado que los niños que viven en hogares desestructurados o con pocos recursos económicos también tienen más probabilidades de sufrir este problema. Aprender acerca de las causas de la enuresis puede ayudar a los padres a encontrar soluciones efectivas para combatirla.
¿Cómo se puede prevenir?
La prevención es clave para evitar la enuresis en niños y niñas. Es importante educar a los más pequeños para que aprendan a controlar su micción desde temprana edad y, de esta forma, evitar situaciones incómodas y vergonzosas en el futuro. Los especialistas sugieren fijar una rutina para ir al baño, incluyendo horarios establecidos y no forzar al menor a levantarse durante la noche si no lo solicita.
Además, es recomendable no quitar el pañal antes de cumplir los 24 meses ni alargar su uso más allá de los 3 años para dar tiempo al niño a desarrollar su autocontrol de manera natural. Con estas prácticas sencillas, es posible prevenir la enuresis y fomentar una buena salud urológica en los pequeños.
Tratamientos para la enuresis infantil
La enuresis puede ser un problema para muchos niños, pero en la mayoría de los casos, desaparece en la edad temprana. Sin embargo, si el problema persiste, puede afectar psicológicamente al niño, causando vergüenza y otros problemas emocionales. Por lo tanto, es importante buscar asesoramiento profesional si el problema continúa.
El tratamiento regular consiste en seguir algunas rutinas simples, como miccionar antes de dormir y evitar beber líquidos con cafeína antes de acostarse. También existen alarmas de enuresis que pueden ayudar a despertar al niño con un sonido estruendoso, lo que puede ser efectivo en un 70% de los casos. Además, los ejercicios de la vejiga pueden ser útiles para fortalecer esta área del cuerpo y prevenir futuros problemas.
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